sábado, 29 de diciembre de 2007

Cuidado con silbar en la ducha. Dudas existenciales I

Ya vamos sabiendo en qué se gasta y se va a gastar la SGAE parte del dinero recaudado con el canon dichoso. Además de pagarle el diezmo al PSOE aplicando el yo te doy y tu me das -lo que le da el uno al otro por apoyarse mutuamente y no entraré en detalles-, SGAE contrata detectives cual marido despechado y lucidor de cornamenta en busca de infidelidades.

Leo esta mañana en el Diario de Sevilla que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha sancionado a la Sociedad General de Autores. Una sanción de 60.101 euros por haber violado el derecho constitucional a la intimidad y a la imagen de los que se encontraban en una boda en San Juan de Aznalfarache al haber encargado a un detective grabar en vídeo el acto delictivo.

Supongo que ahora toda agencia de detectives que se precie estará enviando a la SGAE relaciones de honorarios según el tipo de servicio a ofrecer aprovechando que no sé qué río pasa por el palacio de la Moncloa para beneficiarse también de lo recaudado por el canon.

Cuando pienso en detectives empiezo a imaginármelos recabando pruebas con todo tipo de sofisticados artilugios en plan James Bond contactando con "M" pero con el zapatófono del Superagente 86, Maxwell Smart, protagonizado por el inolvidable Don Adams pero, como somos españoles, entremezclada la imagen con Mortadelo y Filemón, el profesor Bacterio y la TIA.

Mucho me temo que como siga así el asunto voy a tener que hacerme con un listado de canciones con copyleft para cuando esté en la ducha y poder silbarla no vaya a ser que haya algún detective contratado por SGAE escuchando a través de las cañerías de mi cuarto de baño, me grabe y me denuncie.

Por cierto. Me asalta una duda (ojalá fuera asaltado por una sueca rubia de veintitantos años) : si solamente silbo y no uso las letras de la canciones estoy usando el cincuenta por ciento de una canción. ¿Con ello estoy obligado a pagar todo el porcentaje del canon o sólo la mitad? Si mi vecino me escucha silbar, ¿este se considera público y he de darle a SGAE el diez por ciento de la cuota de la comunidad de propietaros de mi bloque?. Si mi silbido queda incrustado en los azulejos del baño, ¿habrá que pagar canon cuando compremos azulejos porque pudieran llegar a ser considerados como dispositivos de almacenamiento?

Esta sí es una duda existencial y no las que se planteaban Kierkegaard y Nietzsche. ¡Principiantes!

¡Ahí quedó! (arriando el palio).

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