lunes, 17 de noviembre de 2008

Servicio andaluz de salud

Realmente debería llamarse "¡Zas!" en vez de SAS, Servicio Andaluz de Salud. Y a esta experiencia ocurrida el miércoles pasado me remito.

Anciana de 89 años de edad. Se nos ocurre llamar al médico de urgencias pues estaba con terribles dolores en la barriga, con intenciones de vomitar, dolor de cabeza.

A las 19:15 de la tarde, se llama al servicio del 061, llamado supuestamente "de urgencias sanitarias". Aparecieron a las 23:45 de la noche. Cuatro horas y media después de haberlos llamado. Menos mal que son el servicio de urgencias. La médica dice que recomienda el traslado de la paciente al hospital para hacerle una analítica, pues piensa que la anciana sufre de apendicitis.

Llegamos a urgencias y tras el registro en Admisiones, la anciana es subida a una camilla. Llega un enfermero y me dice: "coja usted ahí". Al principio pensé que me estaba indicando que le tapase los pies a mi tía, la anciana que estaba en la camilla. Pero no, el asunto era que yo empujase la camilla. Vale.

Pasamos a una sala com unas 12 personas también en camillas donde además había más personas en sillas de ruedas, etc. Dos horas después de llegar, nos llaman para ir a consulta. Una médica joven, de unos veintitantos años nos atiende. Recomienda hacer una analítica. Volvemos a la "sala de las camillas" -y, por supuesto, yo empujando la camilla- a esperar. Una hora después nos requieren desde la consulta, me persono y la médico me da un tubo y me dice "sáquenle una muestra de orina, que se me ha olvidado". Le comento que "ahora mismo estoy solo. ¿Podría enviar a algún auxiliar para que me ayude? Es que yo solo no voy a poder". Respuesta de la médica: "no corre prisa. Cuando venga algún otro familiar que le ayude a usted".

A la media hora, más o menos, me llega una auxiliar. Vamos a un cuarto de baño, y le pone una cuña a la anciana sin bajarla de la camilla. En esa posición, la anciana no puede orinar. Otra media hora después, llega la auxiliar preguntando si ha habido suerte. Ante la respuesta negativa, se va y vuelve al rato comentando que la médica le ha dicho que "no es importante el análisis de orina. No hace falta". Vale otra vez.

Rondando las 4 y cuarto de la madrugada, se le practica una radiografía. Sobre las 5 menos cuarto de la madrugada volvemos a la consulta y un médico, tras ver los resultados, diagnostica que es un problema de gases. Y para casa.

Penoso y lamentable el "no servicio" andaluz -¡ole,ole!- de ¿salud?. Por favor, eso es un insulto a los andaluces (y andaluzas, que luego se me cabrean las de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, a la cual le dedicaré pronto una entrada en este blog, que también tiene "tela" de arte el asunto del "feminismo de izquierdas" subvencionado hasta los ojos).

Mientras la sanidad andaluza hace aguas y el servicio es precario, el virrey de Andalucía -léase Manuel Chaves- se va a gastar alrededor de los 50 millones de euros en hacer obras en el Palacio de San Telmo de Sevilla y convertirlo así en su residencia. Seguramente el pobre es un sintecho (ironía mode on).

Un buen artículo de Antonio García Barbeito titulado "andaluces, no enfermad" que comenta el problema de la sanidad en Andalucía y el gasto faraónico de la Junta de Andalucía y más concretamente en las obras de reforma del Palacio de San Telmo. Para leerlo, pulsar aquí.

No hay comentarios: