lunes, 2 de enero de 2006

¿También sin copitas?


Dentro de nada habrá que gritar: "¡cuidado, que viene la ministra de Sanidad!" Ella es como el eslogan de cierto anuncio: imparable.
Y todo esto viene después de leer una entrevista que publica hoy el diario ABC diciendo que la señora ministra, doña Elena Salgado, ya está pensando una nueva ley y esta vez contra el alcohol.
A mi todo aquello que sirva para lograr el mayor grado de bienestar común me parece algo estupendo pero...con matices.
Ahora bien, tenemos un problema (¡Houston, Houston!) y este es que hace años los ayuntamientos iban a regular el tema de las botellonas juveniles y aquí sigue la chavalería cogiendo unas cogorzas impresionantes. Los vecinos denuncian que no pueden dormir por el ruido, por las molestias, porque orinan en sus paredes -esto le sucedía a mi amigo José Manuel García Marchena, de la misma Utrera- y...porque esta juventud mezcla libertad con libertinaje y whisky garrafón con ginebra más ídem.
En Navidad habrá que brindar con agua (ojo: sin gas porque el gas es contraproducente para la salud) y en vasos de cristal o bien manifiestamente reciclables.
Cuando llegue El Rocío será más o menos así: por la mañana y tras la misa de romeros que habitualmente se celebra a las 7 de la mañana, cafelito. Eso sí: descafeinado ya que la cafeína es mu' mala. En las parás del camino en las cuales es habitual tomar un tentempié, sólo se podrá mojar el pañuelo en agua y..¡ea! al cuellecito, pues según dicen, en este año 2006 el tema de la sequía va ir a peor.
A la hora de la comida, consumo de alguna bebida de esas isotónicas y por la noche, cuando las hermandades pernocten que es muy típico marcarse un cantecito en la candela tomando una copita, a tomarse un mostito sin alcohol. ¡Qué chungo!
Auguro que luego vendrá la Ley contra la grasa. Que está el personal muy gordo y no se podrá consumir ni jamón, ni chorizo, ni nada de eso.
Eso sí y ya tengo la solución: para cuando llegue esa ley y para resolver ese problema habrá que tener siempre a mano algún bote de Fairy, el llamado milagro anti grasa.

1 comentario:

Rosa dijo...

jajajajajajajajjaa
Tú me has leido el pensamiento hoy!
Que si, que soy una "sufridora" de no poder fumar en el trabajo y esta mañana al entrar a trabajar me dije, nada, ahora vamos por los alcoholicos y después por los obesos, no vamos a ser los fumadores los únicos perseguidos.
Por cierto, se llevó bien el primer dia sin fumar en el puesto de trabajo y salir fuera. Al menos caminé un poquito de nada y vi la luz del sol en los tres cigarros que me hice. No hay mal que por bien no venga.