Excelentísimo señor:
Le escribo estas líneas que, seguramente, usted nunca leerá y no le dará ninguna importancia, pero tengo la necesidad humana de hacerlo.
Permítame decirle que hoy en su intervención durante la clausura del XXV Congreso Federal del Metal, Construcción y Afines de UGT nos ha hundido un poco más en la misera, cosa que ya de por sí parecía imposible.
En su discurso usted resta importancia a que se tarde un trimestre más o uno menos en conseguir que España salga de la crisis y que en la salida "podamos decir dos cosas: que salimos todos juntos, y que los derechos sociales y de los trabajadores no han sido afectados, sino reforzados".
No sé si su ministro de Trabajo e inmigración (y desempleo) le informa al menos cada viernes en el consejo de ministros que usted suele presidir del número de parados y con ese número el número de tragedias personales y familiares. Para esas personas, no sólo un trimestre antes o después, si no un día antes o después tener un trabajo significa sobrevivir o morir. Es así de cruda la realidad, señor Rodríguez Zapatero.
Obvio es que el que come todos los días y varias veces y quien tiene la vida resuelta de por vida haga ya lo que haga como usted y muchos políticos pueda decir este tipo de cosas.
Yo le invito a que baje de su alto status social. Hágase humano, ciudadano de a pié. Hágase trabajador autónomo, o permita que le den a usted un trabajo temporal, que pase horas en la cola para apuntarse al paro o su renovación y que viva con 420 euros al mes, si es que consigue que le den esa prestación económica, y sostenga a su familia con ese dinero. O mejor todavía: hágase autónomo y no tenga trabajo, e intente vivir sin prestaciones sociales.
Se ha olvidado usted, y espero que sea sin querer porque si fue queriendo lo suyo no tiene nombre, de los trabajadores que actualmente no tienen trabajo. Esa cifra que da miedo decirla que ni su ministro de Trabajo maquillándola sigue estando por encima de los cuatro millones. Cuatro millones de tragedias personales. Y no se olvide de las familias de esos 4 millones. ¿O son más?
También le rogaría que le dijera al presidente del parlamento catalán, Ernest Benach, y a otros muchos políticos como él que no nos insulte más. Porque los ciudadanos consideramos un insulto sus declaraciones sobre el asunto de la contratación de un traductor por "mil puñeteros euros". Con esas palabras se nota que el percibe muchos de esos "puñeteros" euros al mes y para el se convierten en "porca misera".
Miseria la que tenemos nosotros, señor Rodríguez Zapatero. Y sobre todo los ciudadanos que no estamos afiliados a ningún partido político y que queremos poder seguir siendo independientes.
Termino ya esta mi misiva bloguera que ya demasiado tiene usted encima. Le deseo que cumpla todos los objetivos que se planteó en su día en cuanto al trabajo sobre todo el de el eslogan de su campaña electoral, el de "por el pleno empleo", que falta nos hace a muchos. Y a los andaluces, ni le cuento.
Tenga usted un buen fin de semana.
Saludos desde Sevilla, esa ciudad en la que su alcalde no está ni se le espera porque se va a Londres y su gabinete de prensa envía información a los medios de comunicación diciendo que está haciendo cosas en Sevilla, la ciudad de no sé qué lío con Mercasevilla, la peatonalización impopular de las calles, la de un carril bici que es un desastre, la de las facturas falsas y no se qué líos de sus socios en el gobierno de la ciudad, que creo que son de Izquierda Unida y que creo que el representante del PP en el consistorio hispalense trinca dos sueldos, uno del ayuntamiento y otro del parlamento andaluz.
Firmo yo y creo que muchas personas firmarían conmigo esta carta.
sábado, 14 de noviembre de 2009
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