La noticia que he leído hoy y me ha producido un efecto "cabreo-hastío de tanto ostentador de poder ignorante-urticaria en mi bolsa seminal" es que la Junta de Andalucía se suma al carro del ignorante hacedor de terminos lingüísticos imposibles Ignasi Guardians, amigo de la titular del ex Ministerio de Cultura de España, actual Ministerio del Cine, Angeles González-Sinde, esta lumbrera que dijo esta semana que "si Mozart hubiese cobrado derechos de autor no habría vivido tan mal". ¿Mozart vivió mal? ¡Datos, quiero datos! Porque, que yo sepa y según convienen todos los biógrafos de Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart ("Wolfy" para los amigos), lo que pasó con él es que vivió por encima de sus posibilidades.
Pues sí. La noticia es que el PSOE de Andalucía llevará la semana que viene al pleno del Parlamento andaluz una proposición no de ley con el fin de obtener "el desarrollo normativo necesario para 'favorecer las medidas de discriminación positiva' en materia de empleo. En este sentido, la iniciativa abogará por medidas adecuadas "para la contratación y el empleo de personas transexuales, atendiendo a la identidad de género" (sic).
Yo, que soy músico, zurdo, estrábico, daltónico y calvo, tengo que hacer auténticos malabares y he de esforzarme el doble para acoplarme a la sociedad. Y es lo que hay y me aguanto. Aprendí esto desde "enchiquetito". ¿Tengo o no tengo derecho a sumarme a este nuevo carro de las "discriminaciones positivas"? Me pregunto.
Lástima que no colaboré en la última redacción del Estatuto de Andalucía como las organizaciones ciudadanas que aparecen al final de esta lista de personas y entidades. Si lo hubiera hecho, seguro que no barro para mi casa como todos ellos.
Y, ojo. Que ningún transexual tome esto que digo como algo en contra de ellos. Sólo que me parece otra injusticia más como el estadio de Maracaná de grande.
Que digo yo que en una batalla siempre será lo ideal que quien dirija a las tropas sea el que tenga más cualidades, más experiencia y esté mejor dotado para la toma de decisiones y no aquel al que ayudaron en la academia de oficiales a aprobar los exámenes de gimnasia porque era gordito, disléxico, medía 1'49 de estatura y era huérfano. ¡Pobresito!
Fotografía: retrato de Napoleón Bonaparte, que medía 1'68 de estatura pero que fue uno de los grandes estrategas militares de la Historia, famoso por ganar batallas usando las famosas tácticas militares llamadas líneas envolventes e interiores.
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