La prole senatorial

El titular de la noticia: "El PSC y los nacionalistas piden traducción simultánea para el Senado".

Ellos mismos lo dicen. No saben lo que costaría y les da igual. Para ellos, este es "un asunto menor".

Para los senadores, aunque lo digan las encuestas,  el paro no es su primera preocupación, al que deberían prestar toda su atención y tiempo hasta que resuelvan el problema. Para ellos, el porcentaje de paro y los millones de parados sólo son datos estadísticos, que no realidades que -sin necesidad de traducción- se convierten en tragedias personales.

"El coste no es relevante porque los derechos no se pueden cuantificar y tenemos derecho a dirigirnos al Senado en nuestra lengua", explicó la senadora del PNV Miren Leanizbarrutia. Hablan de derechos. De sus derechos anteponíendolos a la situación económica que vivimos los ciudadanos. Qué pobreza y qué nivel tan bajo de políticos tenemos.

Los senadores nacionalistas han apelado a la Constitución para defender su propuesta. Miquel Bofill, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), según dice el diario El Mundo.

No sé cómo hay que hacerlo (¿Votando en blanco?,¿no votar?,¿recoger firmas?, ¿echarse a la calle?) pero como la ciudadanía no ponga freno al despilfarro de los políticos esto va a acabar muy mal. ¿Estos senadores en qué mundo viven?, ¿todavía no se han enterado que España vive una de las recesiones económicas más duras de toda su historia?

Qué pena que este sistema -supuestamente democrático- no funciona como una empresa privada en la que si hay más gastos que ingresos se hacen recortes económicos e, incluso, se procede al despido de los trabajadores. Cuando no hay dinero, reducción de plantilla. Pero, a la vista está, los políticos han blindado sus puestos de trabajo y aunque la jodan, durante 4 años nadie puede echarlos.

Me resulta injusto que ellos durante 4 años puedan decir y hacer lo que les viene bien a ellos, que no lo que es beneficioso para los ciudadanos, y que los ciudadanos sólo tengamos el día de ir a votar como única alternativa.

Me gusta el modelo suizo. Referendums cada dos por tres. Se hace mayor control y sobre la marcha de las decisiones de los políticos.

Pero en este país no pasa nada. Cada uno tenemos demasiados problemas directos que nos afectan y este, otro más, parece que no va con nosotros.

No sé si sólo es a mi a quien me da el tufillo a que los senadores son prepotentes, que abusan de su poder y, encima, irritan y provocan a los ciudadanos con sus despilfarros.