sábado, 25 de junio de 2011

A propósito de Bildu

Leo en el diario El Mundo que Juan Karlos Izaguirre, nuevo alcalde de San Sebastián, ordenó quitar el retrato de Juan Carlos I del salón de plenos del ayuntamiento. Argumentaba que "no se sienten representados" por el actual jefe del estado español. Vale.

Ahora Pello Urizar, que es el secretario general de Eusko Alkartasuna ("Solidaridad Vasca", en su traducción al español), dice que "la mayoría social de Euskal Herria no se siente identificada ni por las Fuerzas de Seguridad del Estado ni por el Ejército" y ha propuesto que "con total tranquilidad" se replieguen de forma progresiva.

Y yo digo que esto no tiene nombre. Tengo entendido que el Tribunal Constitucional está formado por magistrados nombrados por el PSOE y el PP porque tienen que resolver mediante la aplicación de la Constitución actual española asuntos de carácter político.

La legalización de Bildu (todos sabemos que Bildu es Herri Batasuna) con los votos a favor de los magistrados del Tribunal Constitucional nombrados por el PSOE puede costarle al resto de los ciudadanos españoles sangre. Sangre, sangre y sangre.

Y yo digo que si esto sucede, debería existir un mecanismo dentro del sistema legal español para que automáticamente sean sentados en el banquillo de los juzgados los responsables de la legalización de Bildu. Ellos son los que gestionan la aplicación de las leyes y, si lo hacen mal y el resto de los españoles pagamos en sangre este a la vista gravísimo error, deberían ser juzgados.

Y, por supuesto, los políticos que antes que los jueces decidieron no cumplir la Ley de Partidos Políticos y han permitido esta situación.

Los que somos ciudadanos de a pie pagamos cuando nos equivocamos. Que pase lo  mismo con los políticos y los magistrados sería lo justo y lo "democrático". Aquí, a muchos se les llena la boca cuando hablan y actúan "en nombre de la Democracia" y no se enteran que la sociedad española ya es mayor de edad y que no se nos puede colar tan fácilmente lo que ellos quieran.

Los políticos, que sigan discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Mientras, los infieles ya no es que se encuentren a las puertas de Constantinopla, sino que como diría la hermana de Elliot -el protagonista de la película de "E.T."-, los españoles decimos aquello de "ya están aquí". Una gran diferencia: estos extraterrestres no son los idílicos y amorosos de la película de Steven Spielberg, estos son los de la serie V. Lagarto, lagarto.

1 comentario:

angónimo dijo...

El sistema está montado de tal forma que los politicos nunca serán responsables de nada. Ellos hacen las las leyes, en nombre del pueblo dicen, ¿como van a hacer una ley que castigue sus errores?
A mi me pilla ya mayor pero esto está pidiendo un cambio con más urgencia que en los 60/70, no se puede llegar tan lejos con la politizción de los tribunales, lo del TC es un error muy grave, no por lo de bidu sino por la forma en que se forma y toma sus decisiones, primero se vota y luego se escribe la resolución.