lunes, 11 de febrero de 2008

En defensa de la alegría (de ellos)

Esto lo escribí hace cuatro años. Dicen que en el punto medio está la virtud y con esto del canon y la nueva Ley de la Propiedad Intelectual pienso que habría que buscar ese punto medio.

No sé yo cómo se realizará el reparto del dinero por parte de las sociedades de gestión de derechos de autores e intérpretes. Pero tengo temor a que el reparto sea desigual y que los que han participado en el vídeo de PAZ (Plataforma de Apoyo a Zapatero) trinquen más que el resto. Otra cosa: no sé quién habrá compuesto la canción de esta plataforma, pero tanto compositores buenos reunidos ¿y hacen esta pobre canción? Mal vamos en este país. ¡Ojú!

En mi opinión, los artistas no deberían ofrecerse a los partidos políticos para estas cosas pues son ídolos para mucha gente. Eso sí, allá cada uno sabiendo lo que puede ganar o perder por apoyar a tal o cual partido político, que cada uno es dueño de su propia hambre como comenta mi amigo el guitarrista flamenco Daniel Navarro, el Niño dePura.

Aquí está lo que escribí años atrás.

Hace unos días el Telediario me volvió a dar otro disgusto. Y eso que uno casi no termina de curarse en salud de tantas noticias que suceden en nuestro querido – y hasta ahora único- planeta. El hecho es que de algunas es imposible curarse. La información se refería a que van a subir el precio del jamón de pata negra. Ese que "sale" de criar a los cerdos con bellota. Ese fruto de la encina que hace que los cerdos tengan unas extremidades tan sugerentes como las piernas de Naomi Campbel, la llamada pantera de las pasarelas. Y es que, en cuanto al racismo, cada uno puede tener su propia opinión, pero en cuanto a la negrez de las patas de los cerdos todos estamos de acuerdo en que... contra más, mejor.

Pues bien. Ahora resulta que un kilo de este preciado y necesario alimento – porque el jamón alimenta y los alimentos son necesarios para vivir ¿No es así?- va a costar lo mismo que un kilo de caviar iraní - que esa es otra: manda huevos que unos minúsculos huevos de pez valgan un...

Razones argumetan. Y la que no dicen pero es la verdadera es la de el que quiera calidad, que la pague – haciendo uso de nuestro querido y sabio refranero sería algo así como el que quiera peces, que se moje el culete-. Y me niego: rotundamente me niego a pagar una desorbitada cantidad de euros por unas lonchitas de nada. Al igual que los del no al canon en los CDs vírgenes dicen ahora. Total: el alimentarse también es Cultura como la Música y todos tenemos derecho a tener acceso libre y gratis a la Cultura. Apuesto tres de mis queridos pelos que detrás de este canon jamonero también están los de la SGAE.

Lástima tengo porque aún no han inventado la máquina duplicadora para hacer copias exactas de los jamones de pata negra o el sistema para bajármelo de Internet. Y es que es un abuso que un kilo de jamón de estas características valga ahora unos 120 euros y que vayan a subir aún más el precio. Un kilo de pechuga de pollo vale unos 8 euros. ¿Porqué tanto el kilo de jamón de bellota si cuantitativamente pesa igual que la pechuga del pollo? Al fin y al cabo es un kilo de carne. Es una injusticia y deberíamos quejarnos al Defensor del Pueblo.

Lo reconozco: me gusta y no puedo vivir sin el jamón de pata negra. Soy un jamondepatanegraadicto. Y sólo me van a dejar tres opciones: la primera es pagar; la segunda es esperar a que llegue la Feria de Abril y que alguien en su caseta se arme de valor y saque alguna media ración de jamón. El que lea esto se preguntará: ¿Cuál es la tercera? La tercera que me queda es...pintar la mortadela de negro y hacerme la ilusión de que es puro jamón de pata negra.

Y me reitero y ya termino al grito de ¡No al canon en el jamón de pata negra!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues qué quieres que te diga, vecino preferido, acabo de ver el video,( porque lo has colgado, afortunadamente paso de ver la tele),pero es más de lo mismo, te sorprende? Hace mucho que todos sabemos quienes sn la mayoría de los que aparecen en el video, ya me gustaría a mí ser tan de izquierdas y tan rica, y los otros dos? Pues unirse al carro a ver si así la gente consigue acordarse de que existen, que si no se van a tener que poner de taberneros como en la serie que le dió a conocer.
Besitos