Los astifinos diputados del parlamento catalán que han votado a favor de la eliminación de las corridas de toros en Cataluña son como las mulas bragadas: unos falsos que, encima, votan secretamente para no dar la cara. Creo que a esto último se le llama, en español, "cobardía".
Ya que les gusta tanto votar cosas, no a favor de los catalanes sino en contra de los españoles, les animo a echarle cataplines a un asunto: el deporte. Eso que tanto les gusta al simple (es que es simple, aquí y en la China) de José Luís Carod Rovira, alias "el niño de la lanza" (por aquello de que timó a un pobre indígena ecuatoriano y se quedó para él un regalo que el indígena pensaba que le hacía al "pueblo" catalán), al ministro de deportes de España, José Luís Rodríguez Zapatero, conocido como "el cursi del viento" y a Joan Laporta, también conocido por "el John Travolta de las discotecas".
Hagan ustedes su propia liga de fútbol. Aprueben en su parlamento autonómico que el Fútbol Club Barcelona y el Español de Barcelona jueguen con el Tarrasa, el Mollerusa (ese gran equipo que sólo fue conocido porque jugó contra el Real Betis Balompié cuando lo del día mundial del beticismo) y el Gimnástica Iberiana una liga entre ellos y no jueguen en la Liga española. Echenle narices. ¿a que no las tienen? Venga, demuestren a la Humanidad que son más catalanes que la Rambla de Canaletas.
Como son tan catetos que necesitan traductores al español en su parlamento, se lo diré en catalán para que me entiendan y, si no me entienden, me ofrezco a hacerles un plano. Por supuesto previa concesión de una subvención: Sota el títol Jo sóc espanyol.
Y, ahora, que se vayan "tots al camp", ya que los toros dejarán el campo, pero tiene que seguir habiendo cuernos allí.
P.D.: Mi querida Rosa. Sabes que no es nada personal ni contra tí ni tantos amigos catalanes que tengo.
sábado, 19 de diciembre de 2009
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