sábado, 24 de abril de 2010

La Feria de hoy en día

Ayer fue mi primer y único día en la Feria de abril de Sevilla. Mejor dicho, mi única noche.

Fui por motivos de trabajo y la verdad es que me dio un poco de pánico pues sentí inseguridad y no lo digo por las fuerzas de orden público, pues estas en estos días festivos trabajan más que en otras temporadas del año.

Vengo observando que, con los años, pareciera que las noches en el Real están perdiendo la magia y la tradición romántica de épocas pasadas. En mi opinión, se están embruteciendo. Y no lo digo porque yo sea un clasista y un purista, sino por el hecho de que ayer por las calles veía una gran cantidad de juventud hasta los ojos de alcohol con los peligros para todos que esto supone.

Entre las 2 y las 5 de la madrugada vi pasar 4 ambulancias de la Cruz Roja más dos "lecheras" (furgonetas) de la Policía Nacional. Algo debe estar cambiando para que estos dispositivos de seguridad tengan cada vez más trabajo, importancia y presencia.

También me apena la música "chunda chunda" que cada vez se escucha más en esta semana. ¿No eran las ferias y la Romería del Rocío los momentos tradicionales propicios para las sevillanas y las rumbas? Todavía se escuchan, obvio. Pero parece que ya se quedó a vivir entre nostros el rock, el tecno y tantos géneros musicales que, según mi opinión, afean la de Sevilla y el resto de ferias andaluzas.

El Ayuntamiento de Sevilla obliga a las casetas a respetar ciertas normas como los toldos y las pañoletas de las casetas con el fin de dar cierta uniformidad estética. ¿Por qué no se hace lo mismo con la música que se escucha en ella? Algunos, al leer esto me dirán que cada uno toca lo que quiere y escucha lo que quiere. Respetable y correctísimo pero y a su vez, que no es lo tradicional o típico.


Yo, si fuera en plan turista a Zaragoza durante las fiestas del Pilar, me gustaría escuchar jotas aragonesas; si fuera a Barcelona en sus festividades, sardanas y si fuera a Escocia en el día de San Andrés lo que me gustaría escuchar serían los sonidos de la llamada gaita de las Highlands y de la Clàrsach o arpa celta.

Porque si fuera a esos sitios y lo que escuchase fuera rock, música tecno, pop o los coros del ejército ruso me sentiría defraudado y pensaría que las autoridades responsables no cuidan al turismo ni a sus ciudadanos que salen a las calles en busca de lo que es tradicional.

En fin. Cada vez más "canis" por las calles de la Feria, más alcohol y menos tradición.

Hasta el año que viene, si Dios quiere.

Fotografía: travelnauta.com

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