Y yo te pregunto: ¿qué sientes cuando le has dado forma y estás cara a cara frente a El?
¿Qué sientes cuando de un trozo de barro o de madera le das vida al Creador omnipotente?
Te lo pregunté, mi querido y admirado amigo, un día en Sanlúcar la Mayor. Porque me gustaría conocer tus conversaciones privadas con El.
Supongo que habláis de la vida, de los vivos, los muertos, de los muertos en vida. Que le pides salud y le agradeces el don que te concede de hacer y promulgar el Evangelio con la sabiduría de tus manos y de mil historias más.
Si no es un secreto entre tú y El, dinos qué sientes.
Fotografía: Fernando Aguado.
viernes, 9 de abril de 2010
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